Si eres amante de la historia y arquitectura propias de la época colonial, el Corredor de las Haciendas es la ruta a visitar, ya que a lo largo de este la imaginación vuela y la piel respira costumbres de antaño. Visita pueblos típicos que conservan sus raíces, conoce los llanos de Apan así como muchas de las haciendas dedicadas a fabricar el “Agua de Dios”, mejor conocido como pulque. Aquí se localizan también algunos de los majestuosos conjuntos religiosos, además de una zona arqueológica, y espectaculares construcciones civiles como el Acueducto del Padre Tembleque.