La obra fue proyecto de Fray Francisco de Torantos, perteneciente a la orden de los Franciscanos Descalzos; inicialmente también dirigió la construcción. La licencia para emprender la obra fue otorgada por el virrey Don Luís de Velazco, hijo. La institución funcionó como convento de 1604 a 1732 y por su facultad de colegio apostólico, de allí partieron numerosas misiones evangelizadoras a diferentes partes del país. De sus aulas surgieron destacados religiosos, como Fray José María de Jesús Belauzarán, defensor de Guanajuato ante los combates realistas durante la guerra de Independencia. Su arquitectura austera y robusta tiene influencias de las edificaciones franciscanas del siglo XV, en Extremadura, España. Fue el séptimo convento de los construidos por dicha orden religiosa en la Nueva España. Su edificación concluyó casi ochenta años después de iniciada y las obras fueron costeadas con los diezmos entregados a la Iglesia por los españoles que explotaron las minas del Real. En el siglo XVIII el edificio se convirtió en seminario para formar religiosos dedicados a la difusión de la fe. Ello supuso trabajos de ampliación que lo convirtieron en uno de los inmuebles más espaciosos de la época colonial. El conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, fue un importante benefactor para su edificación. Al morir en 1782, fue inhumado en el templo de San Francisco, aledaño al convento y su hija continuó financiando la construcción de nuevas ampliaciones. Fue hasta el siglo XIX (1861) con las leyes de Reforma, cuando se expropió el inmueble. A partir de entonces, el ex convento ha tenido diversos usos: albergó la Escuela Práctica de Minas, el Cuartel General, la Cárcel General del Estado, la Cárcel Municipal y el Hospital Civil. La antigua edificación experimentó importantes intervenciones y ampliaciones. En sus terrenos se han construido viviendas, jardines y edificios para diversos servicios. Una de las modificaciones más importantes se realizó en los años cincuenta, cuando se remodeló parte de la infraestructura para alojar actividades de enseñanza artística. En la actualidad, el ex convento es el Centro Estatal de las Artes. Se encuentra en Pachuca.